Canon 36 of the Synod of Elvira (c. 305/306) reads
Placuit
pictures in ecclesia esse non debere, ne quod colitur et adoratur in parietibus
depingatur" ("it was decided that there should not be pictures in the
Church, so that is worshiped [colitur] and adored [adoratur]
should not be painted on the walls" (taken from Charles Joseph Hefele, A
History of the Councils of the Church, 1:151)
Von Hefele (ibid.) notes that
Aubespine
thinks that our canon forbids only images representing God (because it says adoratur),
and not other pictures, especially those of saints. But the canon also says colitur,
and the prohibition is conceived in very general terms.
A recent work on the Synod of Elvira is that of:
Jesús Galisteo Leiva, El
Concilio de Elvira: El Cristianismo Primitivo Hispano a través de sus cánones
(Madrid: Editorial Almuzara, 2018)
Commenting on canon 36, we read
(taken from locations 733-748 of 3784 of the Kindle ed.):
Entre
estas disposiciones más leves, que pretenden erradicar costumbres heterodoxas
(o que al menos así la entendieron los padres iliberritanos), encontramos
preceptos que pudieran tener cierta relación con este conjunto como es el case
del canon 36, [83] aunque parece que éte responde a una regulación de un culto
aún no totalmente definido o estructurado, pues al estar en un tiemp entre
persecuciones, las imágenes (y cualquier tipo de representación iconográfica o
simbolica) recordaba a los ídolos por los que los cristianos eran ajusticiados,
al no rendirles el debido culto tal como les exigía el Estado. [84] Aunque es
más probable que esta medida responda a un intento de evitar que las imágenes
veneradas por ellow, y que ornamentaben las iglesias, se destruyesen por la
mano de los perseguidores del cristianismo, [85] un sacrilegio que procuraba la
desesperanza en la comunidad e incitaba actitudes impropias en loc cristianos,
auspiciando deseos de venganza por tal ultraje. También caba la posibilidad de
que se trate de un sustrato religioso-cultural judío. Es decir, o bien los
católicos que firmaron estas actas conocían los textos bíbliocos del Antiguo
Testamento, que prohíbe la adoración de las imágenes y participaban y
compartían este matiz religioso anicónico con los hebreos (separándose, al
mismo tiempo, de los paganos); o por elcontrario, este canon, aunque esto es
más improbable (aunque no imposible), estuviesen influenciados por las
comunidades judías con las que convivían los cristianos hispanos (tal y como se
ve reflejado en los cánones 16, 49, 50 y 78), o que en estas comunidades
católicas hubiese judeoconversos, o judaizantes que inspirasen o influenciasen,
de alguna manera, en las decisiones de los obispos y presbíteros firmantes, en
un contexto cultural de convivencia y pretensiones de tolerancia, a la hora de
aceptar esta controvertido canon. [86]
The endnotes for the following
appear on location 1150 of 3784 of the Kindle ed.:
Here is the Spanish followed by a translation a native Spanish speaker kindly made for me:
Spanish:
Nuevos conversos eran difíciles de
erradicar y, para poder marcar una diferencia cultural con el pagano, y una
autorreafirmación identitaria en su nueva religión, debían controlar y
penalizar ciertas actitudes religiosas. Estas medidas se aprecian claramente en
las decisiones tomadas en los cánones 34 y 35. Entre estas disposiciones más
leves, que pretenden erradicar costumbres heterodoxas ( o que al menos así la
entendían los padres iliberritanos), encontramos preceptos que pudieran tener
cierta relación con este conjunto como es el caso del canon 36, aunque parece
que éste responde a una regulación de un culto aún no totalmente definido o
estructurado, pues al estar en un tiempo entre persecuciones, las imágenes ( y
cualquier tipo de representación iconográfica o simbólica) recordaba a los
ídolos por los que los cristianos eran ajusticiados, al no rendirles el debido
culto tal como les exigía el Estado. Aunque es más probable que esta medida
responda a un intento de evitar que las imágenes veneradas por ellos, y que
ornamentaban las iglesias, se destruyesen por la mano de los perseguidores del
cristianismo, un sacrilegio que procuraba la desesperanza en la comunidad e
incitaba actitudes impropias en los cristianos, auspiciando deseos de venganza
por tal ultraje. También cabe la posibilidad de que se trate de un sustrato
religioso-cultural judío. Es decir o bien los católicos que firmaron estas
actas conocían los textos bíblicos del Antiguo Testamento, que prohíbe la
adoración de las imágenes y participaban y compartían este matiz religioso
anicónico con los hebreos ( separándose, al mismo tiempo, de los paganos);o por
el contrario ,este canon, aunque esto es más improbable (aunque no imposible),
estuviesen influenciados por las comunidades judías con las que convivían los
cristianos hispanos (tal y como se ve reflejado en los cánones 16, 49, 50 y 78)
o que en estas comunidades católicas hubiese judeoconversos.
English:
New converts were difficult to eradicate and, in order to
mark a cultural difference with the pagan, and a self-reaffirmation of identity
in their new religion, they had to control and penalize certain religious
attitudes. These measures are clearly seen in the decisions taken in canons 34
and 35. Among these milder dispositions, which aim to eradicate heterodox
customs (or at least that is how the Iliberritan fathers understood them), we
find precepts that could have a certain relationship with this group, as is the
case of canon 36, although it seems that this one responds to a regulation of a
cult not yet totally defined or structured, since being in a time between
persecutions, the images (and any type of iconographic or symbolic
representation) recalled the idols for which the Christians were executed, when
not rendering them the due cult as the State demanded. Although it is more
likely that this measure responds to an attempt to avoid that the images
venerated by them, and that ornamented the churches, were destroyed by the hand
of the persecutors of Christianity, a sacrilege that caused despair in the
community and incited improper attitudes in the Christians, sponsoring desires
of revenge for such an outrage. It is also possible that it is a question of a
Jewish religious-cultural substratum. That is to say, either the Catholics who
signed these acts knew the biblical texts of the Old Testament, which prohibits
the worship of images and participated and shared this aniconic religious
nuance with the Hebrews (separating themselves, at the same time, from the
pagans); or on the contrary, this canon, although this is more improbable
(although not impossible), was influenced by the Jewish communities with which
the Hispanic Christians lived (as is reflected in canons 16, 49, 50 and 78) or
that in these Catholic communities there were Judeo-converts.
Spanish:
Judaizantes que inspirasen o
influenciasen, de alguna manera, en las decisiones de los obispos y presbíteros
firmantes, en un contexto cultural de convivencia y pretensiones de tolerancia,
a la hora de aceptar este controvertido canon.
English:
Judaizers that inspired or influenced, in some way, the
decisions of the signing bishops and priests, in a cultural context of
coexistence and pretensions of tolerance, at the time of accepting this
controversial canon.
Spanish:
83. El can 36, que lleva por título
“Que no haya pinturas en las iglesias”, dice “Se acordó que no haya pinturas en
las iglesias. Para que no se pinte en las paredes lo que se venera o adora”.
Para Marcelino Menéndez Pelayo, este canon prohibitivo se hizo con la intención
de apartar a los conversos provenientes del paganismo y educados en su cultura
del contenido religioso que tenían las imágenes paganas, en un intento de que
los nuevos cristianos hispanos comprendieran “ el sentido que en la nueva y
verdadera religión tenían las imágenes “ Marcelino Menéndez Pelayo, M. 1956, p.
101
84.Hay que recordar que estas actas conciliares fueron
firmadas por obispos como Osio de Córdoba, que llegó a ser confesor, pues
sufrió tormento, pero no llegó al martirio. Por lo que es fácil imaginar que
aquellos que habían sufrido persecución por no sacrificar o venerar, en modo
alguno, a los ídolos construidos por la mano del hombre, rechazasen cualquier
forma de culto a las diversas manifestaciones plásticas (estatuas, pinturas,
símbolos, etc.) Aunque tuvieran contenido religioso diferentes.
English:
83. Canon 36, entitled "That
there be no paintings in churches", states: "It was agreed that there
should be no paintings in churches. So that what is venerated or adored may not
be painted on the walls". For Marcelino Menéndez Pelayo, this prohibitive
canon was made with the intention of separating the converts coming from
paganism and educated in their culture from the religious content that the
pagan images had, in an attempt that the new Hispanic Christians understood
"the sense that in the new and true religion the images had"
Marcelino Menéndez Pelayo, M. 1956, p. 101.
84.It must be remembered that these conciliar acts were
signed by bishops such as Osius of Cordoba, who became confessor, for he
suffered torment, but was not martyred. So it is easy to imagine that those who
had suffered persecution for not sacrificing or venerating, in any way, the
idols built by the hand of man, rejected any form of worship to the various
plastic manifestations (statues, paintings, symbols, etc.) Even if they had different
religious content.
Spanish:
85. Sabemos que durante las
persecusiones protagonizadas por Valeriano y Diocleciano se destruyeron las
iglesias y sus bienes patromoniales. Uno de los documentos que nos aporta esta
información es el Edicto contra los cristianos.(del que tenemos información de
EUSEBIO, Historia ecclesiástica VIII, 2, 4; LACTANCIO , De mortibus
persecutorum 13; passio de los mártires de Abitinia y proemio de los mártires
de Palestina). Las medidas persecutorias que se tomaron en este edicto son
1)Prohibición de reuniones culturales públicas, 2) Demolición de Iglesias, 3)
Confiscación y destrucción de libros y bienes muebles litúrgicos, 4)Pérdida de
rango para los honestiores, la consiguiente pérdida de privilegios procesales (
sometidos a tormenta), 5) Reducción a la esclavitud para los libertos
imperiales. Castillo Maldonado, P. 1999, pp. 400-442.
86. A causa del canon 36, “Que no hay pinturas en las
iglesias”, entre otras cosas, el concilio de Elvira fue criticado durante los
siglos XVI y XVII. Siglos donde la Contrarreforma deseaba y procuraba una
reafirmación y renovación de la fe católica en el imperio hispánico, frente a
la herejía protestante que había conseguido tantos adeptos en tan poco tiempo,
en el Sacro Imperio Romano Germánico.
English:
85. We know that during the
persecutions led by Valerian and Diocletian the churches and their patrimonial
goods were destroyed. One of the documents that provides us with this
information is the Edict against the Christians (of which we have information
from EUSEBius, Ecclesiastical History VIII, 2, 4; LACTANCIUS, De mortibus
persecutorum 13; passio of the martyrs of Abitinia and proem of the martyrs of
Palestine). The persecutory measures taken in this edict are 1) Prohibition of
public cultural meetings, 2) Demolition of Churches, 3) Confiscation and
destruction of books and liturgical movable goods, 4) Loss of rank for the
honestiores, the consequent loss of procedural privileges (subjected to storm),
5) Reduction to slavery for the imperial freedmen. Castillo Maldonado, P. 1999,
pp. 400-442.
86. Because of canon 36, "That there be no paintings in
the churches", among other things, the Council of Elvira was criticized
during the XVI and XVII centuries. Centuries where the Counter-Reformation
desired and sought a reaffirmation and renewal of the Catholic faith in the
Hispanic empire, in the face of the Protestant heresy that had gained so many
followers in such a short time in the Holy Roman Empire.
(Note: Pelayo = Historia de los heterodox españoles, 1, España romana y visigoda. Período de la Reconquista. Erasmistas y protestantes, (2a edición), Biblíoteca de Autores Cristianos, Madrid, 1956)
Further Reading:
Answering Fundamentalist Protestants and Roman Catholic/Eastern Orthodox on Images/Icons